martes, 15 de diciembre de 2009

Ilusiones, espejismos, mi mundo pequeño, mis cadensa y volver a empezar...

Pobre, pobre me dejaste y te alejaste, ¿Me abandonas? Me quitaste lo que creaste... mi corona... ¿Dices que era princesa? del reino de la tristeza...

Suspiro... canto y canto... ¿Por qué me duele tanto? Preguntas formuladas, nunca contestadas, respuestas escondidas, las busco y van pasando los días.

Fiebre, abismos de papel decorado, tóxicos pensamientos y tus palabras son disparos habitados en mi cabeza.

Sangro de mis uñas cerveza, y río entre pastillas que me envuelven, río, porque se disuelven en mi garganta... y me besan...

Y Ginebra, burbujas de desconsuelo, lloro pañuelos, y me araño de fuera hacia dentro, mi pájaro que volaste y te alejaste, mi pájaro...

Mi aire, sesión de oxígeno, necesito anestesiarme y olvidarme, y no sentir esas agujitas que me clavas... esta operación a corazón abierto, anatomía.
Para extirparme tu huella incrustada.

Y hay un agujero donde me hundo, hay, un vaso vacío donde me ahogo, de sed... y hay en mi cama un mundo, y una estrella entre pared y pared.

Suspiro, brota de mi alma, y brotan, para tí, mi querido, brotan... brotan chillidos, palabrotas, brotas de mi lengua que heriste.

Si tú no me quisiste, pues aquí me tienes como idiota,
(Recordando lo que no hiciste, y olvidando mi derrota).


Y fumando espero, al hombre que yo quiero...
pero que digo, si yo no fumo, y que más digo, si ya te pierdo.

Y volando vuelo, y a lo más alto que llego es a este puto techo, donde no hay derecho... donde acecho la casualidad de mi vida...
Que traerá mis heridas, y quizá sea lo último que yo pida.

Mis dedos se van cerrando, y la flor de mi pecho se cae...
deshojando pañuelos, espero lo eterno...

¿Llueve? Si, sigue lloviendo.

Bueno, y mi sed me exprime, y me seca por dentro... ¡Sed!

¡Mírame! ¡Escucha! Que todas mis palabras hacen eco, pero no llegan a tus oídos,
que cada uno de mis "te quieros" rebotan y vuelven a ser míos.

Óyeme, ¿No ves que estoy sufriendo?
¿Es que nadie se acuerda? Que pasé por el mundo, nadie recuerda eso...

Porque no me hechan en falta, nadie, nadie acude en mi ayuda, y ahora muero, sola, sin ser despejadas mis dudas.

Debo ser más dura, y punto.
Acabaré viviendo como ya vivo, como un difunto...

La melancolía se hace dolorosa, y me envuelve un frenesí que acosa.
Frenesí, provocado, suicidio del corazón... se está dando golpes contra mi esternón.

Anoréxica me tienes de besos, yonki sexual, kinkilla del amor, dependo de eso...
Me refugio en las balas de mis recuerdos, voy perdiendo la razón, como un escudo llamado amnesia que yo misma invento.

Vendí mi aliento, ¿Y sabes? no me arrepiento... para que lo quiero.

No hay vuelta atrás, no hay ya arrepentimiento, envejezco en mi aposento y me seco, me riego con lágrimas, pero aun así me marchito, me tiemblo, me excito con un sentimiento que ya no tengo, que ya no necesito.

Y no se ya si es día o noche, tampoco sé si martes o domingo...
¿Año nuevo?

Solo sé que en mi cuarto sopla el viento,
cientos de mariposas están muertas en el suelo, y entre ellas ando andando de puntillas con mis dedos, viento... viento...

Se que hay tormenta fuera, que de tí estoy sedienta, pero en mis ojos, LLovió, y llovió...

Y AUN SIGUE LLOVIENDO

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