lunes, 19 de septiembre de 2011

Tan sutílmente

Acaricias tus labios, tan sutílmente
que solo yo con un gesto de complicidad
sé que he compartido ese beso recientemente,
pero entre nosotros, nadie más lo sabrá.

Y con indiferencia tan solo aparente
y un gesto de sutil cobardía
te morderás el labio mirando mi frente
reviviendo del beso que nos arde todavía.

Tan sutilmente me miras de reojo
y no sé de disimular mi sutil cosquilleo,
que haces mis mejillas tornarse en rojo
y nadie es testigo de nuestro deseo.

Y sonríes, y entonces desaparece
lo que nos rodea, sonríes porque notas
como bajo mi pecho aun florece
el secreto de guardar mis medias rotas.

Y me rozas también, sutílmente y quieto.
y mi mano se va contigo disimulando,
que solo tu y yo sabemos de este secreto
pero ni tú sabes que me estoy enamorando.


La temo

Temo a quien en la cama aun te mece,
y temo si todavía a tí ella te ama.
Porque esta herida de mi mitad más escuece
cuanto más ella aviva la llama.

Temo a quien intenta besarte
aunque luego tus labios la esquiva.
Pero si un día consiguiera ella amarte,
se llevará también de mi ser, parte,
y con tus besos beberá de mi saliva.

La temo aunque la compadezco y la admiro,
y también siento que envidio su inocencia
de no saber como yo sé que es compartido,
y de que él no sea, como para mí es, su existencia.



domingo, 18 de septiembre de 2011

pecado

Y yo saber que piensas en mí mientras a ella besas,

quien me iria a decir, que el sufrir me pillaria de sorpresa.

Que son los celos quienes se me pegan a la sien

y me susurran en el oido que me espere callada

cuando gritan al cruzarse nuestras miradas,

y aun la mirarás y no sabrás todavía a quien

amas con tus brazos y a quien solo con palabras.


Ella no sabe cuanto amor cabe, y en sus oidos

ya le han dicho que él es mi capricho prohibido.

Y aunque ella también al saberlo sienta pena,

no sabe tampoco de cual es mi condena,

ni volverá a notar como yo sus latidos

que sacuden su pecho abatido,

cuando en secreto mi cuerpo llena

y el suyo deja tan vacío.



Bebemos juntos de la esencia del pecado

y en cada poro de mi piel un dedo marcado.

Y aunque no lo sepa nadie , y aunque sea tan bella

aun pensarás en mí, mientras la besas a ella.