miércoles, 4 de mayo de 2011

Yo, materia inerte

Soy cuerpo, materia blanca ambulante.

Ando por inercia, y aveces no se si respiro.

Fue castigado mi corazón y se volvió tan frío.

Vendí mi alma, por revivir el instante,

y duró el placer lo que dura un suspiro.


Se fue alejada de mi ser, ya no ser pensante

y entre piel y piel habita en mí el vacío,

tan lleno estubo, en cuanto era antes,

ya no soy nada, porque ya todo lo he vivido.


Y me consumo en un silencio agotador

que justo me pareció ver mi alma hoy

en tí, y no se como, si ser no soy,

si no tengo sentidos, sentí en mi el dolor.


Tampoco sé si no parpadeé por debilidad,

o por no perder un segundo de mirarte.

Todo lo que componía mi ser, te lo llevaste

y no pude dejar de mirarte, y mirar, y mirar.


Y de repente el frío se convirtió en calor.

Me consumí ante tí, y viví mi muerte,

y ahora ya no sé si busco el verte

ni si puede funcionar un cuerpo sin motor.


Vacío

Vacío, entre palabra y nada,

Vacío entre pecho y espalda.

Vacío, hay un vacío que nunca sabrás,

ni que te llevaste cuando marchaste

mi alma detrás.


Si algún día ves que huyo

pero no puedo correr hacia atrás

y voy huyendo hacia tí,

es porque mi cuerpo es tuyo

tu eres la fuerza de la gravedad

tu mi principio, tu mi fin.


De que sirven mis manos si no es para tocarte.

Para que tener oidos, si no escucho tu melodía.

Te llevaste el sentimiento, pero aun puedo amarte,

llevate también mi cuerpo, a donde sea, cualquier parte

Pero no me dejes anclada en el recuerdo de aquel día,

que el sentido de mi vida en un segundo me arrebataste,

y para poder seguir amando, me reencarne en poesía.

1 comentario: