Buscando respuestas a tal cuestión que un día
me formulaste, encontré dentro de mí el abismo,
triste, triste la razón, que la melancolía,
sabía yo bien que decirte que sí, no me dejaría
a esa pregunta que te haces a tí mismo.
Y no tendría más contestación,
pues salí de dentro de mí con la sensación
que quererte como quieres no podría.
Y de que sabía que lo que te estabas preguntando
podía decírtelo así, sin más contemplación
o dejarlo pudrir dentro, y seguir ocultando
que no habrá más, ni misma pasión
que la que sentí cuando rompieron mi corazon,
ni la que vivo, mientras viva agonizando.
Y entonces fue cuando viniste a preguntar
si yo a ti también te quería tanto.
Y solo una sonrisa esbozé para ocultar
que soy tan cobarde que ni mi llanto
me hacía de un pasado recordar
que nunca jamás volveré a amar tanto
ni igual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario