y creí ver un ángel posado en mi cama.
Sentí tu calor dentro de una noche fría
recorriendo mi cuerpo que ahora se descama.
Y ardí ante tus ojos cual radiantes llamas.
Te he visto soñar, o eso creo,
y sentí el placer de estar frente al mundo.
No te vi moverte y entonces tuve miedo
de que todo desapareciera al tocarte con un dedo
y deseé que mi vida se parase un solo segundo.
Quise mirarte, quise moverte,
y quedé inmóvil frente a tu imagen tan calmada,
me limité a no hacer ruido, y quedarme a verte,
respiraba lento, feliz de poseerte
y te observé callada, en mi lado de la almohada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario