Que te diría si sólo tuviera las palabras adecuadas
y no más quedaría callar mis labios, no mis latidos.
Que te escribiría por tu espalda con mi dedo
horizontalmente hasta tu pecho hundiría
creando un nido en él, huiría del miedo
pintandote esas cosas que también te diría.
Si tuviera manos suficientes para tí, y ojos para mirarte
no dejaría ni un minuto de recorrer también tu silueta.
Si no hubiera un muro de cristal que impidiera tocarte
no pensaría en otra cosa que no fuera carnalmente amarte
ni cambiaría tu corazón por el mío de poeta.
Para escribirte y escribirte en mi agonía
esas cosas que sin voz, también te diría.
Pero no me queda otra que quedarma quieta
esperando que el tiempo abra nuevas heridas
y las cicatrices de antes se conviertan en grietas
por no haberte dicho lo que decirte quería.
No tengo manos suficientes para tocarte,
quizá, sea por el miedo a desgastarte.
Ni tengo voz para decirte algún día
esas cosas que decir... te quería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario